La misión, los valores que se proponen y la relación de la residencia con la Prelatura del Opus Dei
De acuerdo con el espíritu difundido por San Josemaría Escrivá de santificación en el trabajo profesional ordinario, se recuerda a todos que para un universitario cristiano “estudiar es una obligación grave”, y que el trabajo debe realizarse con perfección humana y espíritu de servicio.
Nuestro mayor deseo es que todos los residentes lleguen a ser excelentes personas y prestigiosos profesionales. Por eso, el estudio y las actividades académicas tienen un lugar de honor en la vida cotidiana de la Residencia, por ello ofrecemos todas las facilidades para aprovechar al máximo los años universitarios.
En coherencia con su identidad universitaria y cristiana, los rasgos más sobresalientes del proyecto formativo del estilo Los Portones son:
Así, vivir o frecuentar Los Portones, por su rendimiento académico, reduce los años de estancia en la universidad. Cada estudiante cuenta con los consejos y ayuda de otro estudiante de cursos superiores y de los profesores y profesionales que residen en Los Portones.
Nuestro proyecto de formación promueve el desarrollo del hábito de estudio, concebido como un servicio a los demás y a toda la sociedad. Esta es la principal actividad de la Residencia.
Aquí se fomenta un ambiente exigente de aprovechamiento del tiempo, que facilita la concentración. Para acelerar el estudio ante los exámenes y mejorar el trato entre los chicos, se realizan jornadas de estudio en casas de convivencias de distintos lugares de la provincia. Además de variadas actividades culturales y de esparcimiento.
Los valores de la Residencia Los Portones se desprenden de la visión cristiana de la cultura y del mundo
Incluye la dignidad de cada persona, su desarrollo integral, la importancia de la familia, la ayuda a los más necesitados, la consideración de los principios éticos en el trabajo profesional y la primacía de la caridad y la libertad.
La residencia percibe en el trabajo y el estudio el valor humano, la dimensión trascendente y la manifestación de la dignidad de la persona.
Se vive un agradable ambiente de familia, compatible con la exigencia en el estudio y el cultivo de las inquietudes culturales y sociales, donde se aprende a convivir con educación y respeto a la personalidad de cada uno.
Se comprende mejor la vinculación de la residencia con la Prelatura del Opus Dei si se la considera desde dos perspectivas complementarias:
Es un proyecto de carácter plenamente civil, promovida por la Asociación Cultural de Cuyo (ACC), conforme con la libre iniciativa de un grupo de personas (algunas pertenecientes a la Prelatura del Opus Dei) que se propusieron brindar un ámbito adecuado para la formación de los jóvenes universitarios.
La ACC y los directivos de la Residencia, son los responsables exclusivos de su gestión: objetivos, misión y valores fijados, del funcionamiento económico y de las enseñanzas que se imparten, etc.
Se trata de una iniciativa de contenido social y de carácter apostólico, realizada por fieles de la Prelatura junto a otras personas que no lo son, en la que el Opus Dei garantiza el espíritu que la anima a través de la formación cristiana y la atención sacerdotal.
En tal sentido la Prelatura nombra a los capellanes que ofrecen atención espiritual en la residencia e inspira el quehacer universitario, procurando que el espíritu del Opus Dei aliente su vida y su actividad, fomentando el amor a la Iglesia y al Papa, siempre con pleno respeto a la libertad de las conciencias.
La responsabilidad plena de la titularidad y la gestión de estas iniciativas corresponde siempre a sus promotores y no a la Prelatura del Opus Dei, que se encarga sólo de su orientación espiritual y doctrinal. Se financia del mismo modo que cualquier otra de su tipo: cuotas o matriculas que pagan los residentes, subvenciones, donaciones, etc.
Entre las obras de apostolado corporativo hay instituciones educativas y asistenciales, como colegios, universidades, centros para la promoción de la mujer, dispensarios médicos en zonas subdesarrolladas, escuelas para campesinos, institutos de formación profesionales, centros culturales, etc. La Prelatura no se ocupa de empresas comerciales, políticas, ni de actividades con ánimo de lucro.